Dra. Ariadna Pujol
Los niños y sus dientes ‘de leche’ tienen unas necesidades muy diferentes a los pacientes adultos. Por lo tanto, en nuestra clínica, partiendo del hecho de que cada paciente es único, creímos imprescindible la incorporación de una odontopediatra que dedicara su tiempo y su formación únicamente al tratamiento de los más pequeños. La principal diferencia entre la odontología habitual y la odontopediatría es que, a pesar de tratar las mismas enfermedades en según qué casos, este último especialista sabe cómo comunicarse con los niños y está especializado en manipular y tratar sus diminutos dientes. Además de detectar problemas de crecimiento de la cavidad bucal, de buscar soluciones a traumatismos y fracturas y de prevenir la caries dental, el odontopediatra se encarga de revisar que la higiene dental se esté haciendo correctamente.
Gracias a nuestra especialista, los pacientes más pequeños tienen a quien acudir cuando sienten dolor, molestias o bien los padres necesitan pistas sobre cómo limpiar su boca. La higiene dental se debe comenzar desde el nacimiento, con una gasa húmeda para limpiar las encías y crear el hábito de froma temprana. La dentición primaria es tanto o más importante que los dientes permanentes, dado que los problemas que puedan afectarles se verán reflejados en las nuevas piezas dentales. Los niños deben aprender a lavarse los dientes lo antes posible, y la manera perfecta de hacerlo es interpretando el hábito como un juego. Hasta los dos años los padres deberán ayudar a sus hijos, pero a partir de esta edad ya se podrán desenvolver solos.
Nuestra odontopediatra se encargará de recordar a padres y niños que los dientes deben lavarse después de comer y, sobre todo, antes de ir a dormir. El uso de hilo dental es indispensable, y los padres deben enseñar a su hijo como utilizarlo debidamente. Además de la higiene dental en casa, es esencial visitar la clínica dental cada seis meses para revisar el estado de la boca y determinar un diagnóstico y un tratamiento rápidos si ha surgido algún problema. La mejor manera de cuidar la salud bucodental de los más pequeños es actuando con prevención.