Los implantes dentales han revolucionado nuestra profesión durante los últimos años. Gracias a estos pequeños dispositivos, el tipo de tratamiento que podemos ofrecer a nuestros pacientes es excelente tanto a nivel estético como funcional. Como en todos los campos de la medicina, la investigación nos trae nuevas técnicas y nuevos tratamientos que mejoran los resultados y aumentan la satisfacción del paciente. Hoy en día la colocación de implantes con prótesis inmediatas, dientes e implantes en el mismo día o con cirugía mínimamente invasiva son un ejemplo de los nuevos tratamientos que podemos ofrecer. Utilizamos implantes de la marca STRAUMANN, que es una de las empresas líderes del sector.

Un implante dental es un pequeño tornillo que hace la función de raíz. Esta pieza se introduce directamente en el hueso del maxilar o de la mandíbula para restaurar un diente perdido. De hecho, si nos faltan piezas dentales, los implantes nos proporcionan la calidad de vida que teníamos antes y nos ayudan a recuperar las funciones vitales de los dientes: hablar, comer, deglutir, respirar, expresar… Hay que recordar que nuestra sonrisa es parte de nuestra personalidad y, como tal, debemos esforzarnos por conservar su estado óptimo. Los implantes dentales nos ayudan a recuperar la alegría y la funcionalidad de estas piezas tan preciadas que tenemos: los dientes.

Una vez colocado el implante o los implantes, encima se fija la restauración, que puede ser una corona, un puente o una prótesis completa. Sabemos que hay otras soluciones para reemplazar los dientes perdidos, pero la implantología ha demostrado ser la técnica más efectiva y fiable. En personas jóvenes, grandes, pequeñas… En cualquier caso es la solución más deseable. ¿Cuáles son sus ventajas principales? Se parecen a los dientes naturales, construyen una base muy sólida para colocar la restauración definitiva, hacen innecesario el corte de los dientes vecinos (como es el caso de los puentes dentales), proporcionan una fijación segura para las prótesis y pueden prevenir la pérdida ósea.

Un tratamiento de implantes dentales suele constar de tres fases diferenciadas: planificación de la rehabilitación, intervención quirúrgica y fijación de la restauración. Entre la segunda y la tercera fase se produce un proceso llamado osteointegración, por lo que la pieza se adapta al hueso del maxilar. Por ello, antes de poner la restauración definitiva, el paciente tendrá que esperar unas semanas a que finalice la osteointegración (y la cicatrización). Mientras tanto, llevará una prótesis provisional. Una vez ha finalizado por completo la intervención, el paciente debe cuidar de su nueva sonrisa a través de controles periódicos y una buena higiene bucal.

Pero los avances tecnológicos no se acaban aquí. Nuestros centros son capaces de poner implantes en un solo día, reduciendo la espera entre la fase dos y la tres y también las visitas a la clínica. La técnica de carga inmediata permite colocar los implantes y los dientes fijos en menos de 24 horas.